TESTIMONIO

Jaimie Mulder


Proyecto: Kindergarten in Cusco, PC-SE4

Estancia: 2 meses

País de procedencia: Holanda

"He trabajado en un jardín de infancia durante 2 meses y debo admitir que ha sido una gran experiencia. El primer día estaba un poco nerviosa porque no sabía qué esperar y nunca había trabajado con niños, pero me sentí muy cómoda desde el principio; la primera y la tercera semana trabajé con niños de 4 años, la segunda con niños de 5 y la última ayudé un poco a los profesores porque los niños tenían vacaciones. Mi trabajo era asistir en las clases en general, por ejemplo, ayudando a los niños con sus tareas, y en la clase de los de 5 años también enseñaba inglés, cosas como a contar, el alfabeto, colores, animales, y ¿cómo no?, la canción de “cabeza, hombros, rodillas y dos pies”. Fue muy divertido y me quede sorprendida de la atención con la que escuchan niños de esa edad. En los descansos jugaba un poco con ellos. Algo que nunca olvidaré es cuando los niños representaban sus bailes; la primera vez fue en mi primer día de trabajo, que era el día de los profesores. La segunda vez fue con el motivo del día de la Virgen del Carmen, cuando también se vistieron con ropas tradicionales. Otra cosa que jamás olvidaré fue cuando los niños hicieron una marcha por la Plaza de Armas por los Días Patrios; estuvo genial caminar con ellos y observar a los orgullosos padres mirándolos. En conjunto, fue todo una gran experiencia, los profesores eran también encantadores y las cuatro semanas se pasaron volando y sin darme cuenta. Disfrute mucho del trabajo y no me puedo quejar de absolutamente nada."

Jane McBrian


Proyecto: Centro de nutrición infantil

Estancia: 2 meses

País de procedencia: EEUU

Estoy muy contento de haber realizado mi voluntariado en un centro de nutrición infantil, cuyo objetivo es proporcionar comidas nutritivas en un amiente educativo a niños que han sido diagnosticados con malnutrición. Fue una experiencia muy agradable, donde los voluntarios se pueden involucrar en todos los aspectos de la rutina diaria, desde apoyar y animar a los niños durante las comidas hasta ayudar con la organización de clases y jugar con ellos durante los descansos. Los niños del centro tienen entre 1 y 3 años y están separados en 3 clases distintas según su edad. Gracias a mi nivel intermedio de español me pude comunicar con ellos la mayor parte del tiempo. Los recursos del centro son muy limitados y la mayor parte de la financiación se dedica a proveer a los niños con 3 nutritivas comidas diarias y algún tentempié. Los niños se benefician del apoyo positivo a la hora de alimentarse y durante el horario de las comidas todo el personal más los voluntarios los están incentivando. Tanto profesores como niños agradecen mucho cualquier juguete o cosa que los voluntarios traen al centro. Este proyecto ofrece una verdadera revelación de las dificultades que afrontan las familias más pobres de Cusco. Los niños, junto con el personal, hacen de este centro un lugar realmente entretenido y gratificante para trabajar.